jueves, 19 de agosto de 2010

Bala Perdida

jueves 11 de febrero de 2010

BALA PERDIDA


“…Y mi pecho su espada cruzó
a sacarme el tembloroso corazón;
en la herida abierta dejó
carbon ardiendo, de ascua lleno.
Tirado en la arena, como muerto,
me ordenó la voz de Dios:
«Alzate profeta, ve y oye»…”
(Andrei Tarkovski)

Fulminante proyectil que da inicio al viaje.
Las rieles del tren saben, cómplices, que no hay destino final, y en todo caso,
no hay retorno.
El sonido de la locomotora se funde con la marcha marcial del compás envenenado. Como el tic, tac del reloj, que nunca más se dio cuerda.
- Lo importante es encontrar - Pienso.
Encontrar los huevos necesarios y alertas.
A huevos!!.
Encontrar la verdad, mirarla de cerca, sin disfraces,
saborearla.
Saber que al saberla, realmente, no se sabe nada en lo absoluto,
porque no había sido lo importante, sino, lo que uno hace con ella.
Que bueno sentir,
de verdad,
mas allá de lo que uno se cree capaz.
Y en el camino,
encontrar complicidad,
de nuevo.
No hay tiempo para sutilezas.
Encontrar no es más que el principio de la búsqueda al encuentro,
que nunca es suficiente cuando encuentras y ya no buscas.
Es que ya no depende de uno,
uno le pertenece a su encuentro, que al final es lo que somos.
Bala perdida.
Humanidad para quien la busca
Eternidad para el que la encuentra.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Estreno 4 de septiembre


Bolivia TV ya nos confirmó la fecha y la hora para el estreno de Bala Perdida en Bolivia.
Será el día 4 de septiembre a las 18.30.
Los invitamos...

martes, 10 de agosto de 2010

Trailer Bala Perdida

Sinopsis

Esta historia es muy personal, tanto como la identidad de un pueblo. Cuando yo era un niño, una Bala Perdida acabó con la vida de mi hermano Oswaldo mientras cumplía con el servicio militar. El veredicto de los peritos militares: “accidente por bala perdida”. Desde entonces mi familia tomó la decisión de marginar su recuerdo al olvido, por necesidad, autoprotección y por obligación, entre otras razones. Mi memoria no guarda ningún recuerdo de él, sin embargo no he podido olvidarlo.

Después de 28 años, su recuerdo todavía vive entre nosotros y por eso emprendemos un viaje en tren con mi familia y los amigos de mi hermano para regresar al lugar donde murió y encontrar las respuestas que surgieron con su partida. En este viaje encontramos la esencia de esta búsqueda que se convierte en la razón más importante para jamás olvidar a Oswaldo